Nuestro Señor en el Cielo,
Al emprender este viaje, me dirijo a ti para que me protejas. Cuida de mí y de los que me acompañan durante nuestros viajes. Guía las manos de los conductores, pilotos y todos los implicados en nuestra expedición. Protégenos de accidentes, retrasos y cualquier daño que pueda surgir. Que tu presencia reconfortante nos acompañe, calmando nuestros temores y garantizando un viaje tranquilo. Concédenos la sabiduría para tomar decisiones prudentes. En tu cuidado divino, encontramos paz y seguridad. Llévanos sanos y salvos a nuestro destino en tu gracia amorosa.