Nuestro Señor en el Cielo,
En los momentos de miedo y duda, recurro a tu valor sin límites. Infunde en mi espíritu la fortaleza necesaria para afrontar de frente los retos de la vida. Concédeme la valentía de adentrarme en lo desconocido y la resistencia para perseverar contra viento y marea. Que tu luz divina ilumine mi camino, envalentonándome para defender lo que es correcto y justo. Ayúdame a encontrar fuerza en la vulnerabilidad y gracia en la adversidad. Con fe inquebrantable, abrazo el valor que me otorgas, sabiendo que caminas a mi lado en este viaje. En tu presencia fortalecedora, puedo superar todo temor.