Nuestro Señor en el Cielo,
En este momento de reflexión y humildad, me presento ante vos con el corazón abierto y el espíritu en busca de guía. Concédeme la fuerza para afrontar los retos con valentía y gracia, la sabiduría para tomar decisiones acertadas y la compasión para comprenderme a mí mismo y a los demás. Ayúdame a encontrar la paz interior, a curar mis heridas y a cultivar el amor y la bondad dentro de mi alma. Que pueda abrazar cada día con gratitud y vivir con propósito e integridad. Por favor, Dios, guíame en mi viaje por la vida para que pueda recorrer el camino que has determinado para mí en tu luz.
Amén.