Nuestro Señor en el Cielo,
En medio de las tormentas de la vida, busco descanso en tu abrazo tranquilizador. Protégeme de los vientos que soplan dentro y alrededor. Concédeme un momento de calma para recuperar el aliento, para que descanse mi alma cansada. Que tu paz me bañe, reponga mis fuerzas y restaure mi fe. Ayúdame a encontrar la tranquilidad en medio del caos, ofreciéndome un santuario de solaz. En tu suave presencia, encuentro la gracia que busco y recojo la energía y la esperanza para enfrentarme de nuevo al mundo. Gracias por esta preciosa pausa.