Nuestro Señor en el Cielo,
En humilde reverencia, elevo mi corazón hacia ti, agradecido por tus abundantes provisiones. Gracias por el sustento que alimenta mi cuerpo, el abrigo que me protege y el amor que envuelve mi alma. Tus bendiciones se desbordan, asegurando que mis necesidades sean satisfechas, y la abundancia agracie mi vida. Concédeme la sabiduría para usar tus dones para el bien, para compartir con los necesitados y para cultivar un corazón generoso. Con fe en tu cuidado inquebrantable, confío en que seguirás proveyendo. Que tu abundancia guíe mis pasos en este viaje.