Nuestro Señor en el Cielo,
Humildemente vengo ante ti, lleno de gratitud por mi padre asombroso que me has dado en tu infinita sabiduría y bondad. Rezo por su salud y bienestar, Señor, sabiendo que su fortaleza es un testamento de tu gracia.
Que le rodees con tu luz sanadora y le guíes a través de los retos a los que se enfrenta. Concédele la fuerza para superar la adversidad y concédeme la sabiduría para valorar y apreciar cada momento de nuestro tiempo juntos. Bendícelo con vitalidad y paz, libre de dolor y enfermedad.
Lo confío a tu amoroso cuidado, sabiendo que tu amor divino puede curar cualquier dolencia. En tu nombre, elevo esta oración, confiando en tu infinita compasión.