Nuestro Señor en el Cielo,
En este Día del Trabajo, reconocemos la dignidad del trabajo y las contribuciones de todas las almas trabajadoras. Benditas sean las manos que trabajan, las mentes que crean y los corazones que lo dan todo. Concede descanso y respiro a los cansados. Que nuestros esfuerzos den frutos de prosperidad y plenitud. Guíanos para que honremos a los trabajadores, apreciemos sus sacrificios y luchemos por unas condiciones de trabajo justas y equitativas. Que este día nos recuerde la fuerza que aporta la unidad. En tu gracia sin límites, encontramos gratitud por la oportunidad de trabajar y prosperar. Gracias por la labor que da forma a nuestras vidas.
Amén.