Nuestro Señor en el Cielo,
Me presento ante ti, agobiado por mis transgresiones, buscando arrepentimiento y renovación. Confieso mis defectos y errores, asumiéndolos con un corazón contrito. Concédeme la fuerza para alejarme de las malas acciones, para elegir el camino de la rectitud. Que tu gracia guíe mis acciones, transformándome en un vaso de compasión y bondad. Ayúdame a crecer en autoconciencia y comprensión, para que pueda esforzarme continuamente por alinear mi vida con tu voluntad divina. Con sinceridad y humildad, me arrepiento y busco tu guía en este viaje de superación personal y crecimiento espiritual.