Nuestro Señor en el Cielo,
Te elevo a mis queridos amigos, apreciando la bendición que son en mi vida. Concédeles fuerza, amor y felicidad en su viaje. Que nuestra camaradería se profundice, nuestros lazos crezcan y nuestros corazones permanezcan conectados sin importar la distancia. Benditas sean nuestras risas, nuestros momentos compartidos y nuestro apoyo mutuo. Guíanos para que seamos verdaderos amigos, ofreciendo empatía, comprensión y aliento. Protégelos del mal y rodéalos con tu luz. En tu divina compañía encuentro paz, sabiendo que estás presente en las amistades que compartimos. Gracias por estas almas queridas.